viernes, 23 de abril de 2021

ARREPENTIDOS

Mateo 4:12-17 RVR1960. Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».

En el versículo leído se nos presenta una extraordinaria invitación a la salvación en nuestro Señor Jesucristo a través del arrepentimiento, quien con esta palabra poderosa comenzó a anunciar las buenas nuevas para toda la humanidad. Me llamo mucho la atención que esta  palabra da inicio o arranque al ministerio de Cristo, ya que es por medio del arrepentimiento es que podemos acercarnos al perdón de nuestros pecados y este junto a la fe nos direccionan a alcanzar nuestra salvación en Jesucristo, lo que es una gran noticia de parte de Dios para todos nosotros.

Por lo cual, debemos tener siempre presente en nuestros corazones este hermoso mensaje, pues a través del arrepentimiento comienza nuestra relación con Dios, ya que consiste en vivir alejados del pecado. Sin embargo, las personas al escuchar la palabra arrepentimiento, tienen una idea errónea de la misma, pues ha sido muy distorsionada, ya que la relacionan con enjuiciamiento, lo que no es, sino muy al contrario, es un llamamiento a reflexionar sobre el rumbo de nuestras vidas.

El Arrepentimiento, es definido como:

-       Sentir pesar por haber hecho o haber dejado de hacer algo.

-       Cambiar de opinión o no ser perseverante con un compromiso.

Estas definiciones nos señalan que el arrepentimiento es un acto consiente en nosotros de negar nuestra naturaleza pecaminosa y volvernos a Dios. Charles Stanley dijo: “el arrepentimiento es alejarse del pecado y ser obediente a un Dios Santo”. Lo que quiero compartirles queridos hermanos con esta reflexión, es que el arrepentimiento debe ser parte de nosotros, es un modo de vida en nuestra batalla de apartarnos del pecado, ya que no es más que el estar claros de que la manera en la que estés, tuviste viviendo no es la que le agrada a Dios, ni es la vida que Él ha determinado para nosotros.

Muchos cuando escuchan que se les dice: arrepiéntete, tienen una serie de reacciones y emociones encontradas, cuando la escuchan se sienten juzgados, señalados, menos preciados, algunas personas incluso la utilizan como burla hacía los que se han vuelto a Dios y algunos hasta se sienten sorprendidos por considerarse a ellos mismos buenas personas, pero la palabra de Dios es muy clara y dice en Romanos 4:5 NTV, La gente no es considerada justa por sus acciones, sino por su fe en Dios quien perdona a los pecadores.

Pero, porque se tiene esta idea tan equivocada hacía esta palabra: arrepentimiento, lo que sucede es que muchos hemos dado al arrepentimiento una interpretación falsa y errónea de juicio, sí en realidad lo que esta palabra nos muestra y nos pone de manifiesto es la verdad: todos somos pecadores y debemos volvernos a Dios de nuestros pecados, eso es arrepentimiento y con fe aceptar a Cristo como nuestro Señor y Salvador, lo cual es el inicio de una vida plena y en abundancia.

La mentira y trampa del pecado no nos permite ver el problema que arraigamos, es como aquellos que luchan contra un vicio determinado, siempre creen que pueden salir de ese mal solos y por ellos mismos, piensan que están bien, cuando en realidad no es así. De igual modo ocurre con el pecado, muchos no son conscientes del abismo de muerte en que se encuentran y no entienden que sólo en Cristo es que podemos encontrar el perdón, la salvación y libertad, esta verdad es confirmada en Romanos 6:6 NTV, que dice: sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. 

De ahí que, el verdadero arrepentimiento mis hermanos implica una de actitud de rechazo total hacia el pecado y de volvernos obedientes hacia la voluntad de Dios. Nosotros como pueblo de Dios, no estamos exento de pecar y el arrepentimiento continuo debe ser parte de nuestra vida cristiana. El cristiano tiene que vivir arrepentido, sino estaremos escuchando cada vez más: es que yo ya no siento al Espíritu Santo, ya no me siento igual en la iglesia, incluso algunos piensan que hay algún problema en la iglesia y no en ellos, pero mi hermano la iglesia no es un lugar, somos tu y yo cuando nos ponemos de acuerdo en nuestra fe y no cuatro paredes.

Lo que debemos hacer si hemos pecado para volver a fluir en el Espíritu Santo, es revisarnos, reflexionar sobre nuestra relación con Dios y arrepentirnos de ese pecado que hayamos cometido, ya que, no podremos experimentar Su presencia en nuestras vidas, no porque no esté, sino porque el pecado que cargamos, nos aparta. Recordemos que somos templo de Su Espíritu Santo, como dice 1 Corintios 6:19 NVI, el pecado y Dios no pueden cohabitar juntos.

El salmista David conocía muy bien este principio y por ello en el Salmo 32:5 NVI, dice: Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado. Esta es una oración hermosa de arrepentimiento.

¿Por qué cuesta tanto el arrepentimiento para muchos? Si fuera fácil las iglesias estarían llenas y no tuviéramos la gran comisión de predicar la palabra a aquellos que la necesitan. Recordemos cuanto tiempo nos costó a nosotros arrepentirnos y volvernos a Dios definitivamente, a mí me costó 23 años. Todos nosotros atravesamos las etapas de la tierra que se presenta en la parábola del sembrador y la semilla en Lucas 8:5-8 NVI.  

Sólo el Señor es el único que puede mostrarnos lo equivocados que estamos, en Juan 16:8 NVI, dice: que el Espíritu Santo es quien nos convence de pecado, justicia y juicio. Y el convencimiento que muchos procuran tener, es un cambio de mentalidad del negativismo- pesimismo al positivismo o pro activismo, pero en realidad con lleva un cambio mucho más profundo, es tener un corazón contrito y humillado, eso es arrepentirse.

En Romanos 8:30 NTV, dice: Después de haberlos elegidos, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó los puso en la relación correcta con Él; y luego de ponerlos en la relación correcta con Él, les dio Su gloria. Es por la gracia, la misericordia y el amor de Dios que se nos ha permitido conocerle con el corazón y que los que estábamos apartados pudiéramos volver a Él. Por lo cual, siempre debemos recordar que no le escogimos nosotros a Él, sino Él a nosotros como establece Juan 15:16 NVI.

El arrepentimiento es para todos y cada uno de nosotros, y a través del mismo nuestro Dios tendrá misericordia y nos perdonara, como dice Su palabra en Hechos 3:19 NVI, Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor. Si quieres tiempos de paz, descanso y plenitud en tu vida la fórmula es sencilla arrepentimiento, mas fe en Cristo Jesús, es igual a salvación.

A todos los que necesitan arrepentirse, a los que se han apartado y aquellos que ya no fluyen en el fuego del Espíritu Santo como antes, les invito a que oren conmigo:

Bendito seas por siempre amado Dios y Padre. Gracias por tu eterno amor, por brindarnos tu gracia y misericordia. Reconozco que soy pecador y que necesito de tu perdón, me arrepiento de todos y cada uno de los pecados que he cometido.

Cristo Jesús, gracias por tu amor en la Cruz y te pido que seas mi Señor y Salvador, porque solo tú puedes liberarme del pecado y hacerme un/a hijo/a de Dios, escribe mi nombre en el libro de la vida.

Espíritu Santo, gracias por mostrarme mis faltas y hacerme comprender mi necesidad de ti, ayúdame a vivir una vida de arrepentimiento hacia el pecado y mantenerme firme en mi fe, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.

 

Dios les bendiga siempre en abundancia.

 

 

Ana Yajaira Pérez


miércoles, 10 de marzo de 2021

¿Cómo conoces a Dios?

Éxodo 3:14-15 RVR1960.

Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

Además, dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.

Cuando conocemos a alguien por primera vez, nos solemos presentar por nuestro nombre. En este versículo vemos como en el encuentro entre Dios y Moisés, este quiere saber cómo debe presentar al Señor ante el pueblo de Israel para que estos lo pudieran conocer, pues el pueblo había crecido y escuchado las historias de los patriarcas sobre Jehová, pero no habían tenido la oportunidad propia de intimar con Él, ya que no es lo mismo conocer algo o alguien por mi propia experiencia, a que otros me cuenten la suya.

Todos y todas hemos tenido la bendición y el honor de conocer a Dios en diferentes formas y maneras, unos han venido a Él por amor y otros por dolor, pero a todos nos ha recibido con amor y brazos abiertos, como dice Juan 17:3, Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. Conocer a Dios es conocerlo todo, porque sólo hasta que le conocemos es que podemos entablar una relación con Él e iniciar nuestro desarrollo y crecimiento en la fe.

En el caso del pueblo de Israel, desde el proceso de su liberación de Egipto, donde tuvieron un gran tiempo para conocer a Dios, completando el mismo cuando son libertados y conducidos al desierto de Param, donde fueron cubiertas todas sus necesidades, El Señor los organiza como una nación, pues eran un pueblo esclavo sin identidad, es entonces que Dios establece festividades, les brinda leyes y mandamientos, y los hace una nación Santa y escogida mostrando al mundo que Él es Su Dios. Además, cumple con las promesas hechas a Abraham, Isaac y Jacob de darles la tierra prometida. Podemos apreciar que no importa el desierto en que nos podamos encontrar, Dios nos va a formar, nos cambia, y nos muestra Su poder y amor.

De todo este proceso de Israel emprender su relación como pueblo de Dios, empiezan a añadir características al nombre de Dios acordes al contexto donde El Señor les manifestaba Su poder, entre los nombres distinguidos están:

-  Adonaí / Señor Altísimo.                   -  Jehová Jireh/ Jehová proveerá.

- Jehová ElShadai/ Todopoderoso.     -   Jehová Shalom/ Jehová es paz.  

- Jehová Rafa/ Jehová Sana.              -   Jehová Roí/ Jehová es mi pastor.

- Jehová Nissi/ mi bandera.      -   Jehová Sabaoth/ Jehová de los ejércitos.

Esto nos quiere decir que el contexto en el que conocemos a Dios, aprendemos que Él puede cubrir todas nuestras necesidades, porque JEHOVÁ es todo. No es lo mismo tener una idea de quien es Dios, que conocerlo por lo que Él es, no es lo mismo expresar adjetivos para definir características de Su personalidad, que descubrirlas y vivirlas cada día, me explico, cuando decimos Dios es bueno, esto no un cliché, cuando conoces lo bueno que es, porque Él lo es. Cuando conocemos a Dios conseguimos confiar y obedecerle.

En su palabra nos dice en Jeremías 24:7 Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón. Por lo cual, para poder conocer a Dios y tener una relación con Él debemos poseer un corazón que le agrade, es decir un corazón contrito y humillado, y con este cumplir el llamado más alto como se nos dice Mateo 22:37 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas.

El tener un encuentro con Dios, trae transformación a nuestras vidas. Un gran ejemplo de esto fue Saulo, mejor conocido como el apóstol Pablo, quien fue uno de los más grandes predicadores de la palabra de Dios, un encuentro con Jesús puede cambiarlo todo y puede cambiar la manera de como vemos la vida, porque en nosotros se establecen los propósitos de Dios. De ahí que Cristo nos presenta a Dios como Él le conocía, como ABBA, es por ello que no podemos solamente quedarnos en conocerlo, sino que debemos relacionarnos con Él.

Por ejemplo, cuando venimos a los pies de Cristo conocemos a Dios de acuerdo a nuestra realidad, pero nuestro Padre Celestial no se limita a esa primera idea o impresión en nosotros, pues Dios no es solo conocimiento es relación, ya que a medida que profundizamos, podremos comprobar que el supera por mucho todo lo que pudiéramos pensar. Cada uno de nosotros tiene su testimonio de vida de cómo conoció a Dios, el cual debemos compartir con aquellos que no le conocen para que también puedan ser alcanzados.  

Por consiguiente, para retomar la visión de Dios, debemos reflexionar sobre nuestra relación con Él y como se ha fortalecido en el tiempo. Porque este conocimiento no lo podemos conseguir con la mente, sino con el corazón. Dios no tiene límites, nosotros sí, solemos pensar que Dios solo puede obrar de X o Y manera, pero Dios en verdad es Todopoderoso. Yo en ocasiones le digo Padre tú eres un eterno wuaooo en mi vida, porque siempre me sorprende con Su amor, sabiduría y poder.

Por último, puedo decirles hermanos, que cuando conoces a Dios también conoces Su visión para tu vida, la cual es brindarte una vida plena y en abundancia, pero está en nosotros el integrarnos en Su plan perfecto, debemos tener siempre presente como nuestro Padre Celestial ha obrado a nuestro favor y continuara haciéndolo hasta cumplir Sus propósitos y como pacto con cada uno de nosotros nos ha dado a Su hijo primogénito, Jesús.

Oremos:

Gracias Señor, por darme la oportunidad y un corazón para conocerte. Tú eres mi Dios y Padre, ayúdame a que mi relación contigo sea cada día más fuerte y pueda disfrutar de tu hermosura y majestad. Quiero convertirme en el hijo que quieres que sea para servirte con mi vida y caminar de acuerdo a tus propósitos y santa voluntad, en el nombre poderoso de Jesús.  Amén.

 

Bendiciones para todos y todas.

 

Ana Yajaira Pérez

jueves, 17 de diciembre de 2020

DISCIPULOS DE CRISTO

Mateo 16:24 NVI, Luego dijo Jesús a sus discípulos: — Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.

Un discípulo es:

A.    Persona que recibe enseñanzas de un maestro o que sigue estudios en una escuela.

 

B.    Persona que sigue y defiende las ideas, doctrinas y métodos de un maestro.

 

Jesús, nuestro Señor y Salvador, Maestro de maestros, escogió 12 personas a quienes enseñarles todo sobre el reino de los cielos. Estos hombres elegidos no fueron los más culto, ni los mejores entre los mejores de su tiempo, sino que fueron hombres simples del pueblo a los cuales les entrego el más grande conocimiento que alguien puede alcanzar, el amor de Dios. Cristo expresa en el versículo bíblico, tres condiciones imprescindibles para que nosotros seamos Sus discípulos:

 1.- Negarse a sí mismo.

 2. Tomar tu cruz. y

 3. Seguirle.

La primera condición pone de manifiesto el yo, quien soy, mis necesidades, interés, deseos, anhelos y las características que me definen. El negarme a mí mismo, es dejar de lado el egoísmo, el orgullo y toda creencia que hay en mí vida, todo por amor a aquel que me amo primero y en abundancia, dando su vida por nosotros en la cruz del calvario para darnos la salvación de nuestras almas, como dice Juan 15: 13 NVI, Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. Debemos de comprender en nuestros corazones lo apreciado que debe ser para nuestras vidas el sacrificio de Cristo que nos permitió acercarnos a Dios para tener una relación de Padre e hijos.

En la segunda condición, nos encontramos con la cruz, en Mateo 10: 38 NVI, nos dice:  y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. ¿Por qué tiene tanto significado la cruz en nuestras vidas? La cruz representa aquellos sacrificios que hacemos por otros para bendecirles. La cruz es el amor y la victoria de Cristo en cada uno de nosotros. Es el medio por el cual morimos a nosotros mismo y nacemos en Jesús. Debemos tener siempre presente que a través de la cruz Cristo cumplió su propósito para la humanidad que fue la salvación y redención.

La tercera y última condición es seguir a Jesús, en Juan 12: 26 NVI, se nos dice: Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará. Muchos podrán decir que seguir a Jesús es la más fácil de las tres condiciones, pero en realidad no es así, para lograr esto nosotros debemos ser obedientes, fieles y sobre todo amar al prójimo. Cuando te conviertes en seguidor de Cristo debes continuar Su ejemplo y ser Su representante, toda una gran responsabilidad con el Señor, para que todos aquellos que te conozcan puedan percibir a Jesús en ti. Como dice en 1 de Pedro 3: 15 NVI, Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.

El ser discípulo de Jesús no es sólo decirlo o declararlo, es más bien vivirlo, pues como dice Gálatas 2: 20 NVI, ya no vivimos nosotros, sino Cristo. Como discípulos debemos de llevar las buenas nuevas a aquellos que la necesitan, así como amar a aquellos que nos maldicen y nos persiguen, sobre todo para poder alcanzarlo necesitamos cada día la unción, dirección y guía del Espíritu Santo que nos permitirá desarrollarnos como discípulos y siervos de Jesús.

Bendiciones para todos y todas en el nombre poderoso de Jesús, Amén.

 

 Ana Yajaira Pérez.

martes, 24 de noviembre de 2020

LA OBEDIENCIA ES BENDICIÓN

Josué 1:8 NTV. Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.

¿Qué es la Obediencia?  es la acción de acatar la voluntad de la persona que manda, de lo que establece una norma o de lo que ordena la ley. ¿Por qué es tan importante obedecer a Dios? Cuando tú y yo obedecemos estamos aceptando Su voluntad porque le creemos y confiamos en Él.  Un ejemplo de obediencia que la biblia nos presenta es Josué, el líder escogido por Dios después de la muerte de Moisés para guiar al pueblo de Israel a la conquista de la tierra prometida, en el versículo que acabamos de leer, Jehová le hizo está recomendación a este líder para que él pudiera alcanzar los propósitos que Dios había determinado para el pueblo escogido.

Podemos leer también en la biblia que, en la vida de este hombre, nunca le falto el apoyo de Dios en todo cuanto hizo, logro toda clase de victorias y como dice la palabra todo los que sus pies pisaron Dios se lo entrego. Incluso es la única persona de la que hay testimonio de que ordeno al sol y la luna detenerse y estos obedecieron, pero cuál es la clave para que un hombre haya logrado todo esto, simplemente que obedeció a Dios en todo y así como el Señor le decía, Josué obraba.

Existen muchos ejemplos de desobediencia que la biblia nos presenta y quizás el más conocido es de Adán y Eva, el pecado de ellos no fue el haberse comido la fruta, sino el haber desobedecido la palabra que Dios le había dado de no hacerlo y por la desobediencia del hombre se ocasionó el pecado y con este la muerte. Otro ejemplo de desobediencia que la palabra de Dios nos muestra es la que hizo Saúl, en 1 Samuel 15: 22-23, podemos leer en la palabra que el profeta le da a este rey de parte de Dios, ¿Se complace el Señor tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del Señor? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros. Porque la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del Señor, Él también te ha desechado para que no seas rey.

Esta reflexión surgió por una situación ocurrida con mi hijo adolescente Emanuel, quien fue invitado a celebrar un cumpleaños de un amigo a un restaurante en medio de la pandemia del COVID-19, yo le explique mis razones del porque no asistir a dicha actividad, él me escucho, acepto mi opinión, no sin antes hacerme de conocimiento su disgusto, pero me obedeció, esto provocó gran alegría en mi corazón y entendí que así se siente Dios, cuando tú y yo le obedecemos, le hacemos muy feliz porque demostramos confiar en Su palabra.

Hermanos debemos de ser conscientes de lo importante que es la obediencia en nuestra relación de hijos e hijas de Dios y como esta agrada a nuestro Padre Celestial. La obediencia ya sea a nuestro Dios, padres como lo establece el mandamiento 4, a nuestros pastores, líderes de la iglesia o autoridades que están en posiciones de supremacía, conllevan para nosotros bendiciones innumerables, porque Dios se complace de Sus hijos e hijas obedientes. En Juan 6:38 NVI, podemos leer como Jesús explica su  propósito en la tierra, porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envióCristo es nuestro mayor ejemplo de obediencia, ya que fue a la cruz del calvario por nuestros pecados y tuvo que dar su vida por nosotros, más esto le lleno de gloria porque el Padre Celestial le exaltó a lo sumo y es su nombre sobre todo nombre. 

Seamos obedientes, aunque en nuestro corazón no lo entendamos, aunque nos cause rabia o dolor, pero recordemos que no deben importar nuestros deseos, sino alegrar el corazón de nuestro Padre Celestial. Recuerden que al ser obedientes somos bendecidos, como está escrito en Lucas 11:28, Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.  

Nuestro primer paso de obediencia a Dios es aceptar a Su hijo JESUCRISTO, como nuestro Señor y Salvador para empezar a caminar de acuerdo a Sus mandatos. Si aún no has aceptado a Jesús en tu corazón y vida, haz esta oración conmigo: Señor Jesús te invito a mi vida, toma el trono de mi corazón como mi Señor y Salvador, límpiame con tu sangre preciosa, escribe mi nombre en el libro de la vida con tintas de oro para que no sea borrado nunca jamás y guíame Señor a hacer obediente al Padre como  tú lo eres , te lo pido en tu santo nombre Jesús, amén y amén.

 

Bendiciones

 

Ana Yajaira Pérez.

 

martes, 20 de octubre de 2020

DESCANSA EN DIOS

 Lucas 18:7 NVI ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?

Estas preguntas me llevan a la reflexión acerca de la confianza que tengo depositada en mi corazón en Dios y si en verdad descanso en Él, si mi paciencia se fortalece en la espera del cumplimiento de Su tiempo y lo más importante si mi fe, se afirma en Su fidelidad y Sus promesas. Jesucristo hace un cuestionamiento muy fuerte a mi fe y a cada uno de nosotros, pues el Señor conoce que solemos desmayar en confiar y sobre todo en esperar el tiempo determinado por Dios para obrar a nuestro favor. En este punto, lo contradictorio es responder a las preguntas de Cristo con otra pregunta ¿Aquello por lo que estoy orando está dentro de la voluntad y los propósitos de Dios para mi vida?

Tenemos en la biblia un ejemplo de lo que es esperar y confiar en Dios, cuando Daniel duro 21 días de ayuno y oración en busca de una respuesta de JEHOVÁ, acaso el Señor no le respondió a través del Ángel Gabriel y este no le informo que su oración había llegado a Dios y que su respuesta fue dada desde el primer día, pero que esta tardo en llegar 20 días por el levantamiento y enfrentamiento con el enemigo que tuvo que suscitarse para poder recibir la anhelada respuesta. Aun así, Daniel no desistió, sino que persistió hasta lograr su propósito, la respuesta de Dios. En Habacuc 2:3 NVI, dice:  Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá. 

Somos tan influenciables por las circunstancias, las cuales siempre nos juegan en contra, ya que son un recurso utilizado por el enemigo para poner ante nuestros ojos la mentira y en nuestro corazón la duda, por lo cual debemos siempre de recordar lo escrito en 2 Corintios 4:8-9 NVI. Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. A caso Dios no nos dará respuesta por aquello que le pedimos, esto es algo muy difícil de que no suceda, pero tendremos batalla porque el enemigo tratara a toda costa de que no veamos la verdad, que la fidelidad y el amor de Dios son reales.

Por ejemplo, piensa en esto: si pudiéramos quitar de este año que estamos bajo la Pandemia del Covid-19, ¿Cómo definirías que ha sido este año para ti? ¿Ha sido un año de plenitud en Dios? Yo en mi caso, podría responder que sí, he visto muchas promesas cumplidas, he visto y me he regocijado con las bendiciones recibidas por mis hermanos en Cristo Jesús, he podido descansar y confiar en el Señor y Su palabra. En otros casos, quizás la respuesta no ha sido igual, pero sé que no estamos solos, recuerda lo establecido en Éxodo 14:14 NVI.  Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.

Pero ¿Qué es descansar en Dios? ¿Qué es estarnos quietos y esperar el cumplimiento de Su palabra y promesas? Una de las definiciones de Descansar es poner una persona toda su confianza en otra. También significa apoyarse o estar asentada una cosa sobre otra. Es decir, apoyarnos en Dios ante las adversidades, situaciones, problemas, es entregarle todo aquello que nos perturba y nos quita la paz, como dice Mateo 11:28 NVI. Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.

Las promesas del cuidado de Dios para nosotros son maravillosas, como la que está establecida en Isaías 43:2 NVI. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Y esta promesa es reafirmada por nuestro Señor Jesús cuando nos prometió, en Mateo 28:20-B NVI. Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Descansa en Jehová que la respuesta a tu oración y promesa está cerca, resiste y persiste, como está establecido en Hebreos 10:23 NVI, mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. 

Bendiciones.

  

Ana Yajaira Pérez