Lucas 18:7 NVI ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
Estas preguntas me llevan a la
reflexión acerca de la confianza que tengo depositada en mi corazón en Dios y
si en verdad descanso en Él, si mi paciencia se fortalece en la espera del
cumplimiento de Su tiempo y lo más importante si mi fe, se afirma en Su
fidelidad y Sus promesas. Jesucristo hace un cuestionamiento muy fuerte a mi fe
y a cada uno de nosotros, pues el Señor conoce que solemos desmayar en confiar
y sobre todo en esperar el tiempo determinado por Dios para obrar a nuestro
favor. En este punto, lo contradictorio es responder a las preguntas de Cristo
con otra pregunta ¿Aquello por lo que estoy orando está dentro de la voluntad y
los propósitos de Dios para mi vida?
Tenemos en la biblia un ejemplo de lo que es esperar y confiar en Dios, cuando Daniel duro 21 días de ayuno y oración en busca de una respuesta de JEHOVÁ, acaso el Señor no le respondió a través del Ángel Gabriel y este no le informo que su oración había llegado a Dios y que su respuesta fue dada desde el primer día, pero que esta tardo en llegar 20 días por el levantamiento y enfrentamiento con el enemigo que tuvo que suscitarse para poder recibir la anhelada respuesta. Aun así, Daniel no desistió, sino que persistió hasta lograr su propósito, la respuesta de Dios. En Habacuc 2:3 NVI, dice: Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá.
Somos tan influenciables por las
circunstancias, las cuales siempre nos juegan en contra, ya que son un recurso
utilizado por el enemigo para poner ante nuestros ojos la mentira y en nuestro
corazón la duda, por lo cual debemos siempre de recordar lo escrito en 2 Corintios 4:8-9 NVI. Nos vemos
atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no
desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no
destruidos. A caso Dios no nos dará respuesta por aquello que le pedimos, esto
es algo muy difícil de que no suceda, pero tendremos batalla porque el enemigo
tratara a toda costa de que no veamos la verdad, que la fidelidad y el amor de
Dios son reales.
Por ejemplo, piensa en esto: si
pudiéramos quitar de este año que estamos bajo la Pandemia del Covid-19, ¿Cómo
definirías que ha sido este año para ti? ¿Ha sido un año de plenitud en Dios?
Yo en mi caso, podría responder que sí, he visto muchas promesas cumplidas, he
visto y me he regocijado con las bendiciones recibidas por mis hermanos en
Cristo Jesús, he podido descansar y confiar en el Señor y Su palabra. En otros
casos, quizás la respuesta no ha sido igual, pero sé que no estamos solos,
recuerda lo establecido en Éxodo 14:14
NVI. Ustedes
quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
Pero ¿Qué es descansar en
Dios? ¿Qué es estarnos quietos y esperar el cumplimiento de Su palabra y
promesas? Una de las definiciones de Descansar es poner una persona toda su
confianza en otra. También significa apoyarse o estar asentada una cosa sobre
otra. Es decir, apoyarnos en Dios ante las adversidades, situaciones,
problemas, es entregarle todo aquello que nos perturba y nos quita la paz, como
dice Mateo 11:28 NVI. Vengan a mí
todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Las promesas del cuidado de Dios para nosotros son maravillosas, como la que está establecida en Isaías 43:2 NVI. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Y esta promesa es reafirmada por nuestro Señor Jesús cuando nos prometió, en Mateo 28:20-B NVI. Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Descansa en Jehová que la respuesta a tu oración y promesa está cerca, resiste y persiste, como está establecido en Hebreos 10:23 NVI, mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.
Bendiciones.
Ana
Yajaira Pérez