Éxodo
14:12-13 NTV
¿No
te dijimos que esto pasaría cuando aún estábamos en Egipto? Te dijimos:
“¡Déjanos en paz! Déjanos seguir siendo esclavos de los egipcios. ¡Es mejor ser
un esclavo en Egipto que un cadáver en el desierto!”.
Pero
Moisés les dijo: —No tengan miedo. Solo quédense quietos y observen cómo
el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a
verlos.
En
los versículos leídos podemos observar dos reacciones ante una misma
circunstancia:
1. La reacción humana, limitada por el miedo, la comodidad y la incertidumbre. El pueblo de Israel tenía su propio plan: volver a Egipto y seguir siendo esclavos.
2. Mientas la respuesta de Dios es distinta: libertad, la salvación, propósito, futuro y el cumplimiento de Su voluntad.
Reflexionemos
juntos sobre esta verdad, nuestros planes siempre son alineados a los planes
perfectos de Dios. Hoy en día nuestro “Egipto” es el mundo y sus cadenas: temores,
angustias, violencia, hábitos dañinos y una vida marcada por el pecado. Aunque
nos lastime, a veces nos conformamos con ello porque no exige transformación.
Sin
embargo, nuestro Padre Celestial desea para nosotros seamos libres, que vivamos
en Su paz, que experimentemos Su gozo y que recibamos las bendiciones
preparadas desde la eternidad. El gran y maravilloso plan de Dios es salvación
y vida eterna en Cristo Jesús.
Vivimos
con planes, sueños y expectativas. Organizamos, proyectamos y trazamos caminos
creyendo que sabemos lo que es mejor para nosotros, que orgullosos somos, pero la
palabra de Dios nos confronta con una verdad poderosa: Los planes de Dios
siempre serán más altos, más sabios y perfectos que los nuestros. En Jeremías
29:11 RVR1960. nos dice,
"Porque yo sé los planes que tengo para ustedes—declara el Señor—, planes
de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza."
Nos
cuesta y nos es muy difícil estar a la voluntad de otros, aun cuando ese “otro”
sea Dios. Es decir, depender de lo que otro quiera o tenga para mí. Como suelen
decir en un refrán popular: “esperando que otro mastique para poder tragar”. Solemos
querer que las cosas se hagan a nuestra forma y en nuestro tiempo e incluso que
Dios obre según nuestros deseos, pero el Señor obra en Su tiempo y siempre a Su
voluntad, debemos recordar la definición de la voluntad de Dios que está en Romanos
12:2 RVR 1960 como buena, Perfecta y Agradable.
Muchos
hemos presentado y entregado nuestros planes en las manos Dios, como establece Proverbios
16:3 RVR 1960, encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán
afirmados, pero el que se presenten, no quiere decir que sean aprobados como
fueron planificados, Dios en Su Soberanía
puede y lo hace, me ha pasado ya varias veces, transforma totalmente el plan,
haciendo cambios en nuestro camino, nuestra temporada, nuestro lugar, nuestra
agenda, cambia incluso a las personas que
consideran relevantes en tu plan.
Estos
cambios hechos por Dios por y para nuestro bien junto al establecimiento de Su voluntad,
nos duelen o nos confunde, pero solemos posteriormente entender que esos
cambios eran necesario, que Dios obro en Su gran sabiduría y terminamos hasta agradeciendo
de que lo haya hecho. Como testimonio personal puedo compartirles que Dios ha
cambiado mis planes volteándolos, dándoles media vuelta y hasta una vuelta
completa. Por lo cual debemos recordar lo que está escrito en el Salmo 37:
23 RVR 1960, dice: Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y Él
aprueba su camino.
Lo
que quiero compartirles es que muchas veces le pedimos a Dios en la carne, en
nuestros deseos y no buscamos que se manifieste y glorifique en nuestras vidas.
Cristo, nuestro ejemplo a seguir, conocía la importancia de que los propósitos
de Dios se cumplieran, en Lucas 22:42 RVR 1960, está escrito: hágase tu
voluntad y no la mía. Se imaginan si Cristo hubiera deseado en su naturaleza humana
que fuera su voluntad que se cumpliera, no habría cruz, resucitación y vida
eterna.
¿CÓMO
RENDIRSE A LOS PLANES DE DIOS?
1.
Soltemos
a Egipto.
2.
Permanezcamos
firmes en la fe.
3. Aprendamos
a esperar en Jehová.
4. Recibamos
los cambios de Dios.
5. Confiar
en Sus promesas.
Como Padre, nuestro Dios piensan en cada uno de nosotros, en Isaías 55:8-9RVR 1960. "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos." Nunca podemos comparar lo que Dios tiene para nosotros con lo que deseamos.
Un
testimonio vivo es la Congregación que pertenezco, por muchos años nos visitaban siervos y
siervas de Dios quienes compartían una palabra con nosotros y declaraban palabra
de Dios para la iglesia y el pueblo de Dios: “ensanchamiento para la iglesia”,
muchos pensábamos en un local nuevo o mudanza, pero los planes de Dios no se
limitaron a un espacio físico como pensamos mucho solo en lo material, sino que
el ensanchamiento de Dios ha sido a múltiples niveles, donde hasta el nombre cambió,
estábamos limitados a un sector de la ciudad y los pastores predican a las
naciones, visitando ya varios países llevando el mensaje de la palabra de Dios.
En
definitiva, los planes de Dios siempre serán mejores que los nuestros, porque
nacen de Su amor, sabiduría y fidelidad eterna en Cristo Jesús. Hoy te invito a
completar la lectura de la palabra en el libro de Éxodo 14: 26-30 RVR1960, y
conocer por debemos confiar, soltar, creer y caminar hacia lo que Dios tiene
para cada uno de nosotros.
Dios
les bendiga a todos.
Ana
Yajaira Pérez.