lunes, 22 de septiembre de 2025

TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO

 

1 de Crónicas 17:11-14 RVR 1960 

Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino.  Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente.  Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti; sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre. 

Los versículos leídos del capítulo 17 de primera de Crónicas nos muestran un momento increíble de la relación entre el rey David y Dios. Todos nosotros gracias a Dios, tenemos la bendición de vivir en una casa, es decir tenemos un hogar. Lo cual nos proporciona un refugio seguro y nos da un sentido de pertenencia, el compartir este espacio con nuestras familias nos completa en cuanto a estabilidad emocional como personas.

La iniciativa en el corazón de David hizo que Dios se agradara con ello e hiciera una increíble promesa a su siervo, lo que nos permite identificar algunos puntos importantes:

-      David tuvo el sentimiento en su corazón de agradar a Dios, al identificar algo que es natural para cada uno de nosotros tener, por lo que considero que Dios merecía tener. Muchas veces debemos ser capaces de tener la sensibilidad de agradar a Dios en todo lo que hagamos simplemente porque le amamos.

 -    Nunca nadie en todo Israel sintió la necesidad de edificarle casa a Dios, ni tampoco el Señor nunca la pidió. Nuestro Padre Celestial hizo innumerables maravillas para Su pueblo y estos nunca consideraron que Dios merecía ser agradado por ellos, el Señor siempre sólo quiso obediencia por parte de Su pueblo, por amor a ÉL.

 -       Fue tan significativo y hermoso para Dios que David se sintiera el construir un lugar donde estuviera Su presencia, era algo importante. Buscar la presencia de Dios cada día debe ser lo más importante para cada uno de nosotros.

-       David pensaba en una estructura física, Dios pensaba en una estructura espiritual. De ahí lo extraordinario y creativo del pensamiento del Señor que sobre pasa nuestro entendimiento. Ya que Dios es omnipresente y puede estar en todos y en todo.

 -       La promesa de Dios a David le une al propósito eterno de Salvación. Esto lleva a que Cristo Jesús este en la genealogía del rey David y le integre en el plan de reconciliación de Dios con la humanidad a través de Su hijo. En Juan 2:19 RVR 1960. Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. 

 -       Otro punto trascendental de este capítulo es que da testimonio de ti y de mí, porque, en Cristo, se cumplió la promesa dada por el Padre a David y Nuestro Señor Jesús nos hizo a nosotros templo del Espíritu de Dios uniéndonos a esta hermosa promesa eterna.

Todo esto señala a la iglesia que Cristo edifico en cada uno de nosotros, convirtiéndonos en el templo del Señor como está escrito en 1 Pedro 2:5 NTV.  Y ustedes son las piedras vivas con las cuales Dios edifica su templo espiritual. Por lo cual Dios no quiso una estructura física, sino que su presencia estuviera en cada uno de nuestros corazones donde se le adorara.

También en Efesios 2: 20-22 NTV, dice Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo. Estamos cuidadosamente unidos en él y vamos formando un templo santo para el Señor. Por medio de él, ustedes, los gentiles, también llegan a formar parte de esa morada donde Dios vive mediante su Espíritu.

Cada uno de nosotros al recibir a Jesús como Señor y Salvador nos constituimos en Templo del Espíritu Santo como está establecido en 1 Corintios 6: 19-20 NTV ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo. Cristo hace que nos volvamos uno con Dios y que podamos tener Su presencia en nuestras vidas y corazones, por lo cual nuestro accionar debe reflejar que ÉL habita en nosotros.

Es increíble que cada vez que profundizamos en la palabra de Dios podemos conocer que la salvación en Cristo Jesús en la Cruz del Calvario abarca en nuestras vidas dimensiones espirituales inimaginables, porque nuestra salvación y libertad del pecado además de hacer hijos de Dios, darnos una vida plena, llenarnos de Su paz, también nos hace morada de Su Espíritu, ya que nuestro Señor es omnipresente.

Para finalizar debemos recordar siempre que Dios quiere habitar en el corazón del hombre y nosotros como templos debemos adorarle, obedecerles, servirles y procurar estar en intimidad con Su presencia, debemos cuidar el valioso tesoro que hay en cada uno de nosotros, Su Amor y Salvación.

Si sientes en tu corazón la necesidad de entrega tu vida a Dios, este es el momento de recibir a Su hijo Jesús como Señor y Salvador quien te acerca al Padre como hijo, te establece como templo de Su santo Espíritu y te entrega vida eterna.

 

 Dios les bendiga.

 

 Ana Yajaira Pérez


https://www.youtube.com/live/7pJiKZyJjR8?si=3GYKU1eL-JE_4j5E