jueves, 23 de mayo de 2024

DIOS CAMBIA EL FINAL

 Genesis 21: 8-21 / 21: 18-19 RVR 1960

Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho. 

1 Reyes 17:8-16 /14 RVR 1960

Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.

Todas las historias suelen tener un inicio, un desarrollo y un final, muchas veces los finales pueden ser felices y otros tristes o realistas como muchos suelen llamarlos, pero siempre preferimos los llamados Happy Ending. En la vida, muy por el contrario, la trama se desarrolla de acuerdo con las decisiones que tomamos y las consecuencias que estas nos conducen, las cuales nos llenan de amargura, tristeza, angustia y temor.

Como hemos leído en ambas historias bíblicas, los finales que ambas mujeres esperaban era la muerte, pues para ellas ya no había solución dentro de lo humano para lo que les estaba aconteciendo, escenario perfecto este para que Dios obrara, como establece Lucas 1: 37 RVR1960 porque nada hay imposible para Dios, ya que cuando no puedes continuar por tus propias fuerzas, la gloria de Dios se manifiesta para mostrarnos cuanto le necesitamos y que sin su ayuda no podemos alcanzar la solución de lo nos sucede.

En lo natural el final era la muerte en ambos casos, pero la palabra de Dios manifiesta los propósitos y planes con cada uno de ellos, que era bendecirlos y que tuvieran vida plena. Así para muchos quizás la muerte de Cristo en la cruz en ese momento significaba el final de todo, su familia, discípulos y seguidores perdieron toda esperanza que habían depositado en Jesús. Más la esperanza eterna se estableció en Lucas 24: 5-7 RVR 1960 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?  No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.

Cristo puede cambiar totalmente tu final a tu favor y bendecirte mucho más de lo que esperas, transformando ese final en un comienzo de victoria, ya que ÉL es el Alpha y Omega. Yo doy testimonio de ello, soy sobreviviente de violencia intrafamiliar, quien me ve y conoce no lo pensaría, pero si así es. tuve un matrimonio muy toxico, a tal punto que el final que el enemigo tenía destinado para mí era la muerte a manos de mi ahora exesposo o 30 años sentenciada en una cárcel que es el equivalente a la muerte en vida por querer tomar venganza por mis propias manos. 

En una ocasión mi exesposo tomo el arma de su padre para darme un tiro, pero para la gloria de Dios esta se trabo, pude pedir ayuda y escapar, como el ciclo de la violencia suele mantenerse, cuando el agresor suele pedir perdón por lo que hace, que no volverá a pasar, que fue una broma, yo perdone porque quería mantener la familia, pero me esperaba algo aún mucho peor. Se volvió a llenar de ira contra mí y a maltratarme físicamente, pero ya mi corazón había acumulado tanto odio al punto que explote,  esperé que estuviera alcoholizado una noche y prendí fuego a una cubeta con gasolina que era lo que utilizaba en el taller de mecánica para limpiar las piezas de los vehículos que se reparaban y lo encerré con candado, pero Dios en Su misericordia le dio fuerzas y pudo romper una de las puertas sacar el envase encendido y apagarlo en plena calle.

Esa fue la gota que derramo el vaso, esa noche me llené de tanto arrepentimiento, tristeza y desesperación, que decidí separarme sin saber que sería de mí. Pasé a ser madre soltera y gracias a Dios, y mi familia pudimos superar muchas situaciones que se presentaban, hasta que un día Dios permitió que llegáramos a su casa, la iglesia, y como familia recibimos a Cristo como Señor y Salvador, me bautice junto a mis dos hijos mayores y la pequeña se bautizó tiempo después y hoy en día les puedo decir que mi vida dio un giro de 360 grados literal.

Se cumplió lo que está escrito en Juan 10:10 NTV El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante. El enemigo me quiso destruir, matar y me robo mucho, pero Jesucristo me dio una nueva vida, soy nueva criatura y en mí y mi familia todas las cosas han sido hecha nuevas como dice en 2 Corintios 5:17 RVR1960, a tal punto que ya puedo compartirles mi historia sin dolor en mi corazón, sin odio, he perdonado a quien me hizo daño, oro por él para que pueda sanar y algún día acercarse a sus hijos, pues yo soy amada, bendecida, prosperada y Cristo me ha dado la victoria.  

El mes de abril de este año, cumplí 30 años en servicio lo que me permite jubilarme de mi trabajo en el momento que desee, años que pudieron quizás ser una condena de cárcel, pero gracias a Dios, muy por el contrario lo que pudo ser derrota, hoy es celebración de muchos logro: mi hija mayor es ingeniera química y se casó con un joven que Dios le dio como compañero de vida, mi segundo hijo se graduó de su carrera con honores que termino en tiempo récord y los pequeños están cursando su segundo cuatrimestre en la universidad y todo esto es obra de nuestro Padre celestial, que hizo que aquella mujer sin esperanza, hoy tenga una vida con propósitos. 

Como les comparto mis queridos hermanos, el final que el enemigo tenía sobre mi vida era muerte, pero el propósito de Dios era vida plena, en abundancia y eterna. De la misma manera Cristo puede cambiar ese final que crees de tu historia, sea cual fuera él tiene el poder de hacerlo, solo tienes que aceptarle como Señor y Salvador de tu vida y empezar a vivir verdaderamente.

 Dios les bendiga en abundancia siempre. 

 

Ana Yajaira Pérez.