viernes, 27 de octubre de 2023

LA DECISIÓN ES TUYA

Mateo 7:13-14 RVR 1960

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Los versículos leídos son muy interesantes, pues en la primera parte nos brindan una recomendación, nos dan una sugerencia, se podría esperar que lo siguiente que nos dijeran fuera el porqué de esta, pero más bien nos muestran la otra opción que no es tan beneficiosa, luego concluye con la razón de la recomendación brindada, dejando explicito que al final cada uno es responsable de tomar su propia decisión.

El ser humano pasa la vida tomando decisiones que le guíen. Estas siempre serán de acuerdo a sus deseos, emociones y sentimientos, es decir que solemos dejarnos guiar por lo que sentimos y esto nos hace esclavos de las consecuencias de lo que decidimos. El pueblo cristiano a diferencia de los que viven en el mundo, no tomamos decisiones al azar, sino que somos guiados por la palabra de Dios y la obra maravillosa del Espíritu Santo. En Proverbios 16:3 NTV dice: Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito. Esto es accionar en fe y confiar en la voluntad de Dios para nuestras vidas haciéndole partícipe de nuestras decisiones.

¿Qué es una Decisión? es una ejecución o resolución alcanzada después de su consideración.

Tomamos decisiones rutinarias día a día en todo lo que hacemos, por ejemplo, que vamos a comer, que ponernos, que ruta tomar al trabajo que nos evite el tránsito, pero también están las llamadas decisiones de vida que son aquellas que se toman en el presente para alcanzar un futuro que se anhela. Podría poner un ejemplo de estas a mi hija menor que recientemente concluyo el bachillerato y le pregunte ¿Qué carrera vas a estudiar? Ella me respondió, que no era una decisión fácil de tomar, ya que era una decisión de vida.

Esta respuesta me llevo a preguntarme, ¿Cuál ha sido la mayor decisión que he tomado en mi vida? La respuesta es maravillosa, el haber elegido al único que es el camino, la verdad y la vida, Jesucristo como Señor y Salvador. En Apocalipsis 3:20 RVR 1960 dice: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Abrirle la puerta de mi corazón a Cristo e invitarle a pasar, permitirle ser el dueño de mi vida y establecer una relación con él, es la mejor decisión que puede tomar en toda mi vida. Pero te cuento, que lo más bonito de todo es que Él me escogió primero. Pues se detuvo en mi puerta y toco a mi corazón y me llamo para entregarme Su eterno y verdadero amor.

El tomar una decisión de vida es accionar hacia una meta, por lo que el escoger a Jesús como Señor y Salvador, es decidirte con convicción y certeza, es decidirte con fe, de que eliges el vivir en la verdad y no en la mentira, escoges el vivir en la luz y no en la oscuridad, el vivir en obediencia y no en la desobediencia, el vivir bajo la dependencia de la Voluntad de Dios y no la tuya, en fin, eliges a Cristo que es vivir en abundancia y plenitud. El Salmo 34: 8 NTV lo confirma: Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!

Un ejemplo de vivir confiado en Dios es el salmista David, quien supo vivir bajo la dirección del Señor al tomar decisiones en su vida. Cuando David regreso de enfrentar una batalla a su casa, se encontró de que todo el pueblo y los suyos fueron saqueados, robados y capturados por los amalecitas. Esto fue una situación difícil de enfrentar para David, no solo por las emociones que sentía, sino que además los guerreros que estuvieron en la batalla con él querían matarlo por lo ocurrido. La solución a esta situación está en 1 de Samuel 30: 8 NTV: y David le preguntó al Señor: ¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los atraparé? Y el Señor le dijo: Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado. Debemos como David ante toda decisión que tengamos que tomar sea fácil o difícil, en lugar de dejarnos guiar por nuestras emociones, presentárselas a nuestro Dios pues Él con Su gran sabiduría nos dará la decisión correcta que nos dé la victoria.

En nuestras vidas hay decisiones que tratamos de postergar o retrasar, esto es conocido como procrastinar y creo que si se hace una encuesta la decisión que tendría el mayor porcentaje de que las personas postergan seria el arrepentirse y volverse a Dios, es decir recibir la salvación de sus vidas en Cristo Jesús. Se ha compartido y predicado la palabra de Dios a muchos e incluso han hecho la oración de aceptación de Cristo como su Señor y Salvador, pero la hicieron sin fe, les ha faltado el arrepentirse de todo su corazón y reconocer que continuar viviendo como lo han estado haciendo se ha vuelto una lucha insostenible de seguir retrasando el llamado que Dios a sus vidas. Hasta que el Espíritu Santo no obre como dice la palabra en Juan 16: 8 RVR, Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.  Por lo tanto, debemos orar y pedirle al Espíritu de Dios que muestre la verdad, que es Cristo, y permita a los que necesitan de la salvación tener un encuentro con Jesús.

En mi propia experiencia, tarde 23 años en volver a los pies de Cristo, pero en todo este tiempo Dios nunca se apartó de mí. No debemos olvidar que el tiempo se acaba, el regreso de Cristo está cada vez más cerca. En Isaías 55:6 RVR dice: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. ¿Cuánto más vas a tardar en decidirte por Cristo? El momento es ahora.

El procrastinar no es lo único que solemos hacer para evitar tomar la decisión de vida que nos lleve a Cristo, también solemos poner excusas. La biblia presenta la historia de algunos justos que cuando fueron llamados a cumplir los planes y propósitos de Dios presentaron excusas como Moisés que le dijo a Dios que era tartamudo, Jeremías le dijo que era muy joven y quizás el más inconsciente fue Jonás que no quería cumplir con la encomienda dada por Dios porque las personas que recibirían el mensaje eran enemigos del pueblo de Israel. Te pregunto ¿Cuáles son las excusas que le das a Dios para no decidirte por Él? Debemos dejar las excusas y el retrasar la decisión que nos dará vida por muerte, debemos decidirnos por Cristo. En Romano 10:9 NTV, dice:  Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.

Jesús es la decisión de tu vida, hoy te invito a hacer esta oración conmigo si quieres elegirlo:

Jesús, hoy tomo la decisión con todo mi corazón y fe de pedirte que seas mi Señor y Salvador, que limpies mi vida del pecado con tu hermosa y poderosa sangre. Escribe mi nombre en el libro de la vida con tinta de oro y que no sea borrado nunca más y ayúdame a vivir para y por ti, amén y amén.

Si has hecho esta oración y decidido entregar tu vida a Cristo con fe ten por seguro que has recibido la mayor de todas las bendiciones que Dios tiene para ti, la vida eterna.

 

 Dios te bendiga.

 

 

Ana Yajaira Pérez.