martes, 11 de octubre de 2022

Testimonio y Experiencia, credenciales de vida nueva

Hechos 1:8 NTV, pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.

Isaías 43:10 NTV, Pero tú eres mi testigo, oh Israel—dice el Señor—. Tú eres mi siervo. Tú has sido escogido para conocerme, para creer en mí y comprender que solo yo soy Dios. No hay otro Dios; nunca lo hubo y nunca lo habrá.

Como cristianos recorremos un proceso de crecimiento que inicia desde que somos alcanzados por la gracia de Dios con la salvación en Cristo Jesús. La vida cristiana es toda una experiencia en sí misma, pues al ser nuevas criaturas debemos empezar a formar nuestro carácter bajo la obediencia, la fe y el amor a Dios. Debemos desaprender las cosas del mundo para aprender las cosas del reino, es decir tener un espíritu enseñable.

Lo primero que se nos da es ser bendecidos con un testimonio para luego desarrollarnos por medio de experiencias que nos enseñan y forman en el hijo y siervo que Dios quiere que seamos. El testimonio, nos faculta para contar a otros y ser evidencias irrefutables de la obra de amor, gracia y favor de Dios. De ahí la diferencia, pues alguien que no haya conocido a Cristo no puede contar su vivencia. El mejor mensaje de evangelización que podemos dar es nuestro testimonio, pues es difícil que alguien que escuche a otro compartir como Dios obro en su vida, no se cuestione si obrar de igual o mayor manera en él. Ahí radica la importancia de guardarlo con nuestras acciones y proceder.

Nuestro testimonio anuncia al mundo que Cristo salva, liberta, restaura y lo más importante de todo que nos ama. Transmite el mensaje para que otros puedan lograr la proeza de arrepentirse y recibir el perdón de sus pecados. Dios no presenta certificados de cualificación de Su poder, ni Su eternidad para ser validados como evidencias de Su Gloria, el presenta tu testimonio y tu vida transformada como prueba de todo lo que Él es capaz de hacer en aquellos que quiere alcanzar y con quienes quiere establecer una relación.

En Isaías 48:17 NTV, nos señala: Esto dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir. Como hijos solemos no apreciar la guía de los padres, ponemos en tela de juicio la experiencia que papá y mamá tienen, los cuales lo único que buscan es que logremos tener una mejor vida de la que ellos tuvieron, imagínense que tanto más será Dios, que es nuestro Padre Celestial, pues Él ha establecido propósitos mayores que aquello que anhelamos.

Ser testigo es ser presentantes de Dios y su obra, es más que una responsabilidad es un compromiso de amor con aquel que nos dio vida y en abundancia, pero para poder llegar a ser un digno siervo de Dios debemos ser formados. En Romanos 12:2 NTV dice, No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. El Señor nos capacitara en cada una de las áreas que Él quiere que le sirvamos.

 

Mi testimonio muchos ya lo conocen, los que aún no, les cuento breve, soy redimida por el amor de Dios en Cristo Jesús, pues llegue a los pies de mi salvador con un diagnóstico de cáncer de tiroides, con muchos problemas emocionales por sufrir violencia intrafamiliar, con problemas económicos a tal punto que las deudas me tenían en un nivel de angustia que cada vez que escuchaba el teléfono el temor me afectaba el estómago, en fin, en mi había: enfermedad, odio y miseria, pero Jesús me rescato, me liberto y me sano, y hoy soy, bendecida, prosperada y estoy en victoria, este es el pero que muchos necesitan. Una vez mientras estudiaba y conversaba con una maestra que me estimaba mucho, le conté sobre mi vida, testimonio, y lo único que ella me pregunto fue y ¿Cómo todavía puedes reír?, mi respuesta fue Cristo me ha hecho reír y estoy llena de gratitud por su amor. 

Todos construimos nuestra experiencia de vida a partir de las cosas que se van presentando en nuestro camino y las diferentes circunstancias vividas: tanto buenas, como no tan buenas. En el Salmos 37:25 RVR 1960, nos dice: Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Este versículo nos muestra que las experiencias vividas, nos brindan un aprendizaje que podemos compartir con los demás a través de consejos y sugerencias. Algo que me ha hecho aprender mucho ha sido la oración, pues me ha permitido prevalecer ante toda circunstancia. Suelo orar por lo más mínimo, oro siempre que tengo que salir para que Dios me ayude. Por ejemplo: cuando tengo que conducir, oro para poder encontrar parqueo, les cuento que esto me ha bendecido, en cierta ocasión en una plaza comercial de las que suelen dar un tique de parqueo, el bendito papelito se me perdió, pues nada tuve que pagar 400 pesos y esperar que me buscaran en la cámara de seguridad para poder salir, bueno logre, voy al supermercado andaba con mi hermana ambas compramos algunas cosas y la cajera nos sugiere que paguemos la cuenta junta, que entre las dos podíamos optar por unos cupones para la próximas compras, cuanto fue que gaste del parqueo, eso mismo nos dieron de cupón que mi hermana utilizo unos días después. Aprendí mi lección, no el guardar bien los tickets, aunque lo hago; sino que Dios es justo y que todo lo que el enemigo trame contra mí, Dios lo usara a mi favor. Ahora ando con un monedero pegado a las llaves del carro donde guardo todo tique de parqueo donde voy. 

El mensaje que yo te quiero compartir es que no dejes que lo que sucede a tu alrededor influya en ti y te haga ser lo que no eres, sino que tu ser sea el resultado del Espíritu Santo que Dios puso en ti. Como establece Santiago 1: 3-4 NTV, porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse.  Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.

En cuanto a mi experiencia en la vida cristiana, ha sido un proceso de crecer y conocer cada día más al Padre, a Jesús y el Espíritu Santo, y su maravillosa obra en mí. El ser cristiano es la única forma de vivir en la cual soy plena, estas son algunas de mis experiencias que te comparto: 

  • -       He aprendido que el poder de Dios se manifestara al creer y orar hasta ver Su gloria. 
  • -   He aprendido qué sino me como el rollo no puedo conocer más de Su gracia, misericordia y fidelidad.
  • -       He aprendido a confiar y poner en las Manos de Dios todos mis planes para poder tener éxito y lograr la victoria.
  • -       He aprendido que, si no sirvo a Dios y su obra, el levantara quien lo haga.
  • -       He aprendido que el ayuno no es buscar que Dios me bendiga con algo, sino que yo me humille y reconozca su soberanía.
  • -       He aprendido que cuando crees que ya conoces a Dios, Él te sorprende con algo nuevo.

El apóstol Pablo lo expresa muy bien en Filipenses 4:12-13 NTV, Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Esta frase es muy conocida y para mí son las declaraciones de las experiencias del apóstol viviendo para Cristo. Otro punto importante aprendido es que el ejemplo se forma de la madurez alcanzada de las experiencias vividas, nuestro ejemplo a seguir es Jesús en obediencia y amor a Dios, pero también hemos sido bendecidos como iglesia con el ejemplo de nuestros pastores que son: guerrera y líder para la gloria de Dios.

Mis queridos hermanos lo que quiero que reflexiones es que como nueva criatura en Cristo debemos rendirnos a que el Espíritu Santo nos forme y que nuestro testimonio y experiencias en Dios sean pasos que demos para lograr la meta de la vida eterna y alcanzar a otros, como dice Gálatas 2:20 RVR1960, Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Si quieres vivir verdaderamente bajo la voluntad de Dios, en Cristo Jesús, siendo instruido por el Espíritu Santo, solo tienes que dar el paso de volverte a Dios en arrepentimiento y aceptar a Jesús como tu Señor y Salvador.


Dios les bendiga.


Ana Yajaira Pérez.