Hechos 1:8 NTV, pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.
Isaías 43:10 NTV, Pero tú eres mi testigo, oh Israel—dice el Señor—. Tú eres mi siervo. Tú has sido escogido para conocerme, para creer en mí y comprender que solo yo soy Dios. No hay otro Dios; nunca lo hubo y nunca lo habrá.
Como cristianos recorremos un proceso de crecimiento que inicia desde que somos alcanzados por la gracia de Dios con la salvación en Cristo Jesús. La vida cristiana es toda una experiencia en sí misma, pues al ser nuevas criaturas debemos empezar a formar nuestro carácter bajo la obediencia, la fe y el amor a Dios. Debemos desaprender las cosas del mundo para aprender las cosas del reino, es decir tener un espíritu enseñable.
Lo
primero que se nos da es ser bendecidos con un testimonio para luego
desarrollarnos por medio de experiencias que nos enseñan y forman en el hijo y
siervo que Dios quiere que seamos. El testimonio, nos faculta para contar a
otros y ser evidencias irrefutables de la obra de amor, gracia y favor de Dios.
De ahí la diferencia, pues alguien que no haya conocido a Cristo no puede
contar su vivencia. El mejor mensaje de evangelización que podemos dar es
nuestro testimonio, pues es difícil que alguien que escuche a otro compartir
como Dios obro en su vida, no se cuestione si obrar de igual o mayor manera en
él. Ahí radica la importancia de guardarlo con nuestras acciones y proceder.
Nuestro
testimonio anuncia al mundo que Cristo salva, liberta, restaura y lo más
importante de todo que nos ama. Transmite el mensaje para que otros puedan lograr
la proeza de arrepentirse y recibir el perdón de sus pecados. Dios no presenta
certificados de cualificación de Su poder, ni Su eternidad para ser validados
como evidencias de Su Gloria, el presenta tu testimonio y tu vida transformada
como prueba de todo lo que Él es capaz de hacer en aquellos que quiere alcanzar
y con quienes quiere establecer una relación.
En Isaías 48:17 NTV, nos
señala: Esto dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu
Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes
seguir. Como hijos solemos no apreciar la guía de los padres, ponemos en tela
de juicio la experiencia que papá y mamá tienen, los cuales lo único que buscan
es que logremos tener una mejor vida de la que ellos tuvieron, imagínense que
tanto más será Dios, que es nuestro Padre Celestial, pues Él ha establecido propósitos
mayores que aquello que anhelamos.
Ser testigo es ser presentantes de Dios y su obra, es más
que una responsabilidad es un compromiso de amor con aquel que nos dio vida y
en abundancia, pero para poder llegar a ser un digno siervo de Dios debemos ser
formados. En Romanos
12:2 NTV dice, No imiten las conductas ni las costumbres de este
mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles
la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para
ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. El Señor nos capacitara en
cada una de las áreas que Él quiere que le sirvamos.
Mi
testimonio muchos ya lo conocen, los que aún no, les cuento breve, soy redimida
por el amor de Dios en Cristo Jesús, pues llegue a los pies de mi salvador con
un diagnóstico de cáncer de tiroides, con muchos problemas emocionales por
sufrir violencia intrafamiliar, con problemas económicos a tal punto que las deudas
me tenían en un nivel de angustia que cada vez que escuchaba el teléfono el
temor me afectaba el estómago, en fin, en mi había: enfermedad, odio y miseria,
pero Jesús me rescato, me liberto y me sano, y hoy soy, bendecida, prosperada y
estoy en victoria, este es el pero que muchos necesitan. Una vez mientras
estudiaba y conversaba con una maestra que me estimaba mucho, le conté sobre mi
vida, testimonio, y lo único que ella me pregunto fue y ¿Cómo todavía puedes
reír?, mi respuesta fue Cristo me ha hecho reír y estoy llena de gratitud por
su amor.
Todos construimos nuestra experiencia de vida a
partir de las cosas que se van presentando en nuestro camino y las diferentes
circunstancias vividas: tanto buenas, como no tan buenas. En el Salmos 37:25 RVR 1960, nos dice: Joven
fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que
mendigue pan. Este versículo nos muestra que las experiencias vividas, nos
brindan un aprendizaje que podemos compartir con los demás a través de consejos
y sugerencias. Algo que me ha hecho aprender mucho ha sido la oración, pues me
ha permitido prevalecer ante toda circunstancia. Suelo orar por lo más mínimo, oro
siempre que tengo que salir para que Dios me ayude. Por ejemplo: cuando tengo
que conducir, oro para poder encontrar parqueo, les cuento que esto me ha
bendecido, en cierta ocasión en una plaza comercial de las que suelen dar un
tique de parqueo, el bendito papelito se me perdió, pues nada tuve que pagar
400 pesos y esperar que me buscaran en la cámara de seguridad para poder salir,
bueno logre, voy al supermercado andaba con mi hermana ambas compramos algunas
cosas y la cajera nos sugiere que paguemos la cuenta junta, que entre las dos
podíamos optar por unos cupones para la próximas compras, cuanto fue que gaste
del parqueo, eso mismo nos dieron de cupón que mi hermana utilizo unos días después.
Aprendí mi lección, no el guardar bien los tickets, aunque lo hago; sino que
Dios es justo y que todo lo que el enemigo trame contra mí, Dios lo usara a mi
favor. Ahora ando con un monedero pegado a las llaves del carro donde guardo
todo tique de parqueo donde voy.
El
mensaje que yo te quiero compartir es que no dejes que lo que sucede a tu
alrededor influya en ti y te haga ser lo que no eres, sino que tu ser sea el
resultado del Espíritu Santo que Dios puso en ti. Como establece Santiago 1: 3-4 NTV, porque
ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una
oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una
vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y
completos, y no les faltará nada.
En
cuanto a mi experiencia en la vida cristiana, ha sido un proceso de crecer y
conocer cada día más al Padre, a Jesús y el Espíritu Santo, y su maravillosa
obra en mí. El ser cristiano es la única
forma de vivir en la cual soy plena, estas son algunas de mis experiencias
que te comparto:
- - He aprendido que el poder de Dios se manifestara al creer y orar hasta ver Su gloria.
- - He aprendido qué sino me como el rollo no puedo conocer más de Su gracia, misericordia y fidelidad.
- - He
aprendido a confiar y poner en las Manos de Dios todos mis planes para poder
tener éxito y lograr la victoria.
- - He
aprendido que, si no sirvo a Dios y su obra, el levantara quien lo haga.
- - He
aprendido que el ayuno no es buscar que Dios me bendiga con algo, sino que yo
me humille y reconozca su soberanía.
- - He
aprendido que cuando crees que ya conoces a Dios, Él te sorprende con algo
nuevo.
El
apóstol Pablo lo expresa muy bien en Filipenses
4:12-13 NTV, Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y
por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece. Esta frase es muy conocida y para mí son las declaraciones de
las experiencias del apóstol viviendo para Cristo. Otro punto importante
aprendido es que el ejemplo se forma de la madurez alcanzada de las
experiencias vividas, nuestro ejemplo a seguir es Jesús en obediencia y amor a
Dios, pero también hemos sido bendecidos como iglesia con el ejemplo de
nuestros pastores que son: guerrera y líder para la gloria de Dios.
Mis queridos hermanos lo que quiero que reflexiones es que como nueva criatura en Cristo debemos rendirnos a que el Espíritu Santo nos forme y que nuestro testimonio y experiencias en Dios sean pasos que demos para lograr la meta de la vida eterna y alcanzar a otros, como dice Gálatas 2:20 RVR1960, Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Si quieres vivir verdaderamente bajo la voluntad de Dios, en Cristo Jesús, siendo instruido por el Espíritu Santo, solo tienes que dar el paso de volverte a Dios en arrepentimiento y aceptar a Jesús como tu Señor y Salvador.
Dios les
bendiga.
Ana Yajaira Pérez.